Relajación


Te ofrecemos la posibilidad de aprender una técnica de relajación que te ayude a bajar el nivel de ansiedad, a controlar mejor tu estado general y a potenciar tu estado de salud. Las técnicas se aprenden con relativa facilidad. Lo fundamental es practicarlas, pues los resultados son claros cuando nos permitimos dedicarle un poco de tiempo.

Este proceso consiste en una explicación teórica básica y en las sesiones prácticas que en un principio nos han de permitir que la persona tome consciencia de cuál es su estado en ese momento, tanto a nivel de respiración como tensional. A partir de ahí se trata de llevar a cabo los cambios hacia el objetivo que cada uno quiera alcanzar.

El número de sesiones depende de cada persona. En el caso de que ya tenga ciertos conocimientos previos o de que haya practicado alguna técnica parecida, dos sesiones acostumbran a ser suficientes. Cada persona puede decidir cuando considera que ha integrado la técnica como para seguir sola.

Se facilita un cassette con la relajación guiada y siempre podréis llamar y aclarar dudas.


Visualización

 

El gran mundo del subconsciente (90%) se comunica con nuestra parte consciente (10%) a través de imágenes cargadas con sensaciones y sentimientos (los símbolos). Las personas percibimos la realidad a través de los sentidos; cuando en estado de relajación visualizamos algo utilizando los mismos sentidos, nuestro sistema no distingue si la experiencia es real o no, y el subconsciente la acepta tal cual.

La técnica de la visualización es una herramienta más para ayudarnos a generar objetivos a nivel profundo de manera que todo ese potencial de energía trabaje para ayudarnos a conseguir aquello que deseamos. Como en el caso de la relajación, el secreto es la práctica. Con unas sesiones puedes aprender la técnica y experimentar sus beneficios.

Te enseñamos a utilizar esta técnica con sesiones en que visualizarás y vivirás diferentes experiencias y maneras de ponerla en práctica. El número de sesiones, como en el caso de la relajación, dependerá de cada uno. Suelen ser suficientes de 2 a 4, aunque es arriesgado aventurar una cifra. Es una formación flexible en que la persona puede decidir cuándo ha alcanzado la experiencia suficiente para seguir sola.